No cabe duda de que un entrenamiento diario con CITEX “Talentos para la Excelencia” con su programa Leame mantendrá sano su
cerebro. Pero una vez completada la sesión del día, hay muchos otros cambios
sencillos que pueden impactar su cerebro de manera positiva.
Aquí hay algo que puede
hacer hasta con los ojos cerrados: ¿sabía que el sueño puede ser crucial para
formar memorias de largo plazo?
En un estudio publicado
en la revista Science (junio 2011), unos investigadores de la Universidad de
Washington trabajaron con una raza especial de moscas de la fruta. A estas
moscas se les podía inducir a dormir a voluntad. Siguiendo un periodo de
entrenamiento, las moscas que tuvieron 4 horas de sueño inducido formaron
memorias a largo plazo de este entrenamiento. El entrenamiento solo no fue
suficiente para provocar una consolidación de las memorias—el sueño fue un
componente necesario. Las moscas que se entrenaron pero no durmieron no
formaron memorias a largo plazo.
El estudio de la
Universidad de Washington hace unas observaciones fascinantes sobre el poder
que tiene el sueño en la formación de las memorias. Pero si está dudando que
podamos aprender de las moscas, quédese tranquilo: muchos estudios humanos
también demuestran que el sueño mejora la memoria y el rendimiento. Es fácil
incorporar un sueño adecuado—trate de dormir lo suficiente después de estudiar
para un examen, experimentar un evento apreciado, o aprender algo nuevo. El
sueño puede ayudar a que estas experiencias novedosas permanezcan con usted.
No solamente el sueño
puede ayudar a su memoria; la falta de sueño puede ser mala para su salud. En
el 2010, un estudio de Biological Psychiatry encontró que el insomnio crónico
puede llevar a una pérdida de volumen cerebral. Los investigadores usaron una
resonancia magnética funcional para examinar los cerebros de 37 personas con y
sin el insomnio crónico. Los insomnes tenían volúmenes más pequeños de materia
gris en tres áreas del cerebro—y cuanto más grave el insomnio, mayor la pérdida
de volumen. Además, este año, un estudio preliminar de la facultad de medicina
de la Universidad de Washington encontró que un sueño pobre puede estar
conectado con las placas amiloideas que se encuentran en las personas sufriendo
de Alzheimer.